La desgracia de los otros no conmueve, la desgracia ajena consuela.
Humus. Raul Brandão
Eso es lo que ocurre cuando la desgracia te echa su aliento encima, que no te escapas. Ya estás marcado.
Nada crece a la luz de la luna. Torborg Nedreaas
No hay dos personas que piensen lo mismo, pero las desgracias en las que nos asomamos a nuestros límites nos traspasan a todos por igual.
La llama de Focea. Lorenzo Silva
Somos nosotros mismos los que, a lo largo de nuestra vida y con una insistencia inexplicable, reclamamos las desgracias que el destino (o el nombre que ustedes quieran dar a esa instancia) nos concede en su infinita generosidad.
Acerca del robo de historias y otros relatos ("La octava noche"). Gueorgui Gospodínov
Soportamos la desgracia con relativa entereza porque se renueva a diario, porque siempre es actual, fresca, moderna.
En caso contrario, no podríamos.
Plegaria para pirómanos ("Anisópteros"). Eloy Tizón