Powered By Blogger

sábado, 12 de octubre de 2019

CRÉETELO... O NO (20)


Los nombres en la India

En el fondo, a un recién nacido no le hace falta tener nombre. Le hace falta que lo alimenten, que lo bendigan, que le regalen algo de oro y de plata, que le den palmaditas en la espalda después de las tomas, que lo sostengan con cuidado por el cuello. Los nombres pueden esperar. En la India, los padres se dan su tiempo. No es raro que tarden años en dar con el nombre adecuado, con el mejor (...).
Además, siempre está el apodo cariñoso, práctica bengalí que garantiza que toda persona tenga dos nombres. En bengalí, apodo es daknam, que significa, literalmente, el nombre con el que los familiares y amigos llaman a alguien, en casa y en momentos privados, íntimos. Los apodos cariñosos son vestigios de la infancia que perdura, recordatorios de que la vida no es siempre tan seria, tan formal, tan complicada, como lo son también de que las personas no son lo mismo para todos. Todo el mundo tiene un apodo (...).
A todo apodo le corresponde un nombre oficial, un bhalonam, que identifica a la persona en el mundo exterior. Así, los nombres oficiales figuran en los sobres, en los certificaos de estudios, en los listines telefónicos y en otros documentos públicos (...). Los nombres oficiales tienden a revestirse de dignidad (...). Los apodos cariñosos no aspiran a tanto, y nunca se registran oficialmente; se pronuncian y se recuerdan, eso es todo. A diferencia de los nombres oficiales, normalmente carecen de significado, o son deliberadamente tontos, irónicos, o incluso onomatopéyicos. Es habitual que, durante la infancia, a un niño lo llamen por infinidad de apodos, hasta que uno de ellos cuaja y se impone sobre los demás.
         El buen nombre. Jhumpa Lahiri


No hay comentarios:

Publicar un comentario