La
belleza pide ser compartida, o repartida. Incluso por la fuerza, si es
necesario. Todos quieren asimilar, incorporar, poseer la belleza física
que ven. Entrar en ella. Es decir, destruirla. Y la belleza espiritual
(artística, religiosa) también la queremos poseer. Pero dejando que ella
entre en nosotros. Dejando que nos destruya.
Bazar. Emilio GavilanesLa
belleza es absoluta. Crea sus propias reglas, su propio canon. Una
persona bella, una obra de arte bella, son las más bellas del mundo. No
son más o menos bellas que otras.
Bazar. Emilio Gavilanes
Quizá la belleza, para sobrevivir, busque lugares a los que no alcance el ojo humano.
Bazar. Emilio Gavilanes
La belleza aspira a reproducirse y a invadir el mundo.
Bazar. Emilio Gavilanes
El
agua que corría sobre ellas mantenía barnizadas las piedras del río,
bruñidas, brillantes, perfectas, impecables, preciosas. Te las metías en
el bolsillo a puñados, como joyas de un tesoro, y cuando llegabas a
casa eran meras piedras, ásperas, secas, apagadas, irregulares,
polvorientas. Era imposible llevarse la belleza.
Bazar. Emilio Gavilanes
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